Hoy en mipuf queremos hablar de otra de las tendencias en decoración que no solo está marcando una temporada, sino una década. Hablamos del hormigón en la decoración. El uso de este tipo de material para la decoración responde a una necesidad funcional, de estructura, de ahorro en costes y para amplificar espacios.
Ya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX la famosa revolución industrial marcó la arquitectura, basada en metales y en detalles decorativos propios de esa «industrialización». En el caso del hormigón, esta tendencia puede llevar resquicios de esta «nueva industrialización» y concepto de progreso (y de la tecnología). Sin embargo, esta tendencia responde más a un concepto futurista. Colores metalizados, espacios diáfanos, aparentemente vacíos y a la vez decorados y con color, son las caracterísiticas y los efectos de este material.
El hormigón permite una amplísima gama de colores y texturas, desde un grisáceo opaco hasta un plata brillante pasando por la gama de «metales». El hecho de que sea gris, permite combinar muy fácil con otros colores y estilos.
Podemos crear un espacio puro y sin apenas elementos decorativos donde la estructura arquitectónica tiene el protagonismo, o un estilo más vintage y/o moderno. Este último, con un mobilario con tendencias modernistas, mesas y sillas curvadas en tonos pastel, que le dan un aire acogedor y original.
El toque futurista y a veces rústico y puro lo conseguimos si utilizamos hormigón en su plena esencia, podemos obtenerlo con las paredes y suelos de este material o incluso con el propio mobiliario, en tonos metálicos. En estos casos, un toque de color le da un aire moderno y alegre 😉 y mipuf es perfectamente compatible.
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