Casi siempre que compras un nuevo producto, te preocupas por cuidarlo para que esté como el primer día. Hoy en mipuf queremos ayudarte a conseguirlo con todos los pufs que compres en nuestra tienda, incluso en aquellos especialmente pensados para los más pequeños que sufren un gran desgaste con sus juegos y aventuras. Los consejos que te vamos a dar hoy te ayudarán a mantener tu accesorio como si estuviese nuevo, y aunque te parezcan realmente complicados, te aseguramos que no te resultarán en absoluto difíciles de seguir. ¿Qué dices, quieres presumir de tener un puf como el primer día para siempre?
Consejos para cuidar tu puf
- Cuidado con el sol: el sol es uno de los elementos que más complejos resultan a la hora de hacerle daño a tus pufs y a tu mobiliario en general. Si sabes que en el sitio en el que quieres colocarlo va a brillar el astro rey, te recomendamos echar un vistazo a nuestra gama náutica, apta para exteriores y que sí ofrece una resistencia fuerte al sol. De lo contrario, tu puf perderá su color y parte del brillo que tenía el primer día si no lo evitas a toda costa.
- Protégelo del agua y la humedad: además del sol, la humedad y el agua son otro de los problemas más comunes a la hora de combatir para mantener el puf como el primer día. Si el tuyo va a sufrirlos, al igual que en el caso del sol, te recomiendo la compra de un puf que sea capaz de resistirlos sin que se estropee.
- Cuídalo según su tejido: debes estar muy atento al tipo de tejido del que sea tu puf para adecuarte a los consejos de limpieza que te recomiendan. De hecho, según el que sea, tendrás que utilizar un método de limpieza u otro. Lee las instrucciones para poder asegurarte de darle el cuidado que necesita o consúltanos si tienes dudas.
- Aprovecha a hacer limpieza con un trapo suave: aunque cada uno de los tejidos tiene unas indicaciones de limpieza específicas, a ninguno de los pufs que puedas tener en casa le vendrá mal una limpieza suave con un paño de microfibra o cualquier otro tejido que no rasque. Con ello conseguirás eliminar el polvo que se acumula y conseguir un resultado impecable.
- No esperes mucho para limpiarlo: como ocurre con todo lo demás, las manchas más secas son más difíciles de eliminar. Es por eso que te recomendamos que cuando el puff se ensucie, no esperes demasiado tiempo para remediar el desastre. Sobre todo si hablamos de pufs pensados para los pequeños de la casa, que son capaces de mancharlo de un montón de cosas que son difíciles de dar, lo mejor es actuar de manera instantánea siguiendo las indicaciones de lavado según el tipo de tejido en el que hayas elegido el puf.
Los consejos que te hemos dado hoy para cuidar tu puf son fáciles de poner en práctica y con ellos te asegurarás tener siempre la mejor alternativa en tu casa, y conservarlo como nuevo. ¿Qué dices, te animas a ponerlos en marcha?