Si lo miras, ves un edificio moderno, atrevido, de curiosa arquitectura, el típico edificio sin medias tintas, que por su estética te gusta o no te gusta, pero que sin lugar a dudas llama la atención. Pero en sus entrañas es mucho más que eso. Es como si el despacho de arquitectos Ruiz-Larrea (www.ruizlarrea.com) hubiera diseñado un robot, teniendo en cuenta hasta el último detalle, sacando provecho de cada rincón. Este edificio, sede de la Agencia Andaluza de la Energía, ubicado en la Isla de la Cartuja (Sevilla), es un auténtico centro energético y referirse a él parece más hablar de una criatura de ciencia ficción que de arquitectura.
Este edificio se ha concebido como un cuerpo capaz de producir e intercambiar energía con el exterior. Para su diseño se ha tenido en cuenta la trayectoria solar, la geometría urbana y la orientación de los vientos dominantes en la zona. El proyecto nos ha parecido tan increíble que no hemos dudado ni un momento en presentártelo.
El edificio está formado por instalaciones y redes de conducción de energía interior, como intercambiadores de calor que refrigeran de forma natural el aire exterior; pozos de luz que reducen sustancialmente la necesidad de iluminación artificial; chimeneas solares que permiten la extracción del aire recalentado y, finalmente, una red de columnas de ventilación que cumplen a la vez funciones estructurales y de refrigeración. Además, hay zonas de enfriamiento natural, utilizando patios, jardines y láminas de agua que permiten una atenuación significativa de la temperatura ambiente, reduciendo así el consumo de refrigeración convencional. Todo esto permite que el edificio se autoabastezca en un 75% de consumo energético, con fuentes de energía renovables, lo que lo sitúa en uno de los proyectos de arquitectura bioclimática más avanzado de Europa.
Entre las soluciones bioclimáticas innovadoras que aporta el proyecto está la “Piel Bioperfectible”, es decir, un envolvente que permite que la fachada y la cubierta del edificio se comporten como la piel de un ser vivo. ¿No te parece increíble? El sistema de fachada empleado es el modelo MX Technal (www.technal.es), una piel que reacciona en función de las condiciones climáticas y que aprovecha o se protege de la radiación para conseguir un elevado bienestar interior.
La planta principal se configura como un espacio fluido que se abre simbólicamente al exterior, con diferentes grados de transparencia según el área (auditorio, guardería, biblioteca y salas de usos múltiples). En cambio, todas las zonas de trabajo se vuelcan hacia un espacio interior iluminado cenitalmente. Es como un claustro que contribuye a la optimización energética, facilitando la circulación termodinámica de las corrientes interiores y la iluminación natural indirecta. El proyecto ha sido galardonado recientemente con el «Premio Vía» a la Sostenibilidad, por su implicación con el medio ambiente y el diseño sostenible de su envolvente.
Fotos: Víctor Sájara