Está declarada como la Joya de las Islas Cycladas, siendo la más bella del Mar Egeo. Su configuración geológica le otorga ese aspecto salvaje que la hace sumamente irresistible. Estamos hablando, cómo no, de Santorini, el singular destino reconocido por sus azules y blancos que todo viajero desea visitar, al menos, una vez en la vida. ¿Tú ya lo has hecho?
Santorini es mundialmente conocida por la magia que desprende. Su historia nos cuenta que ya estaba habitada en el año 3.000 a.C. y que su actual forma procede de hundirse la caldera del enorme volcán creando una media luna en cuya parte interior ahora existen otra serie de islas más pequeñas y bellas.
Santorini: una isla mimada
Su tierra escarpada y rocosa en el oeste se asoma al mar a través de un gran precipicio, mientras que en el sur va descendiendo lentamente hasta el mar abriéndose a unas playas de arena oscura que te enamorarán. Thira, la capital, es quizás la referencia turística por excelencia de este lugar. Construida sobre el precipicio que mira sobre el hueco dejado por el volcán conocido como Caldera, destaca por la belleza de sus casas pequeñas encaladas que contrastan con la roca oscura. La vista está salpicada de cúpulas, pasajes laberínticos, puertas de madera, catedrales, ventanas coloristas… Te quedarás impresionad@.
A orillas del mar, Thira tiene su pequeño puerto al que se accede a través de un funicular o recorriendo los cientos de peldaños construidos para comunicar ambas partes de la localidad. Aunque otra opción son los conocidos paseos en burro que diariamente cubren el trayecto en una singular excursión. Ya en el puerto es posible subirse a las barquitas que esperan a los turistas para llevarles a las islas interiores de Nea Cameni, con sus aguas calientes, a Palea Kameni, o a la bella Thirassia, aún más auténtica que Santorini, junto al islote de Aspro. De vuelta a tierra firme, junto a Thira, al norte, se recomienda descubrir Imerovigli, más moderna pero con gran respeto por la arquitectura tradicional, o en el sur, Acrotiri y su recién desenterrado de la lava recinto arqueológico que muestra un pueblo entero tal como se quedó en el momento de la explosión del volcán.
Pero de todas las visitas obligadas destaca Oia, el pueblo desde el que divisarás los más preciosos atardeceres de tu vida, cuando el mundo se detiene y hasta los propios lugareños disfrutan día tras día de ese instante, en silencio. Puedes situarte en la pequeña fortaleza, mirando al Egeo. Si te gusta el contacto directo con el mar, también es muy recomendable bucear cerca del puerto de Armeni, junto al islote que tiene una ermita. Sumergido experimentarás el profundo abismo, bello igualmente, que representa el paisaje que existe bajo el mar aquí.
O quizás prefieras bañarte en la llamada Playa Roja, en el sur, a la que llegarás tras esquivar la tremenda herida que sufrió Santorini tras la explosión del volcán. El paisaje parece casi marciano, de una belleza insólita, dando lugar a una playa de un color rojo intenso, tanto la arena como el fondo. Las posibilidades que ofrece Santorini son ilimitadas y hay muchas más de las que aquí te hemos comentado, pero creemos que con éstas habremos despertado tu deseo de escaparte un día de estos, ¿o no? Por cierto, ¿sabes que hay una leyenda que cuenta que en Santorini pudo encontrarse la perdida Atlántida?
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