El prestigioso estudio de Arquitectura, Decoración y Diseño Ojinaga, con el arquitecto Carlos Ojinaga al frente, ha llevado a cabo un importante proyecto en “El Monestir”, una emblemática casa en la localidad costera de Llavaneras (Girona) que nunca había sido habitada y estaba completamente en ruinas. Con una paupérrima estructura de hiero y piedra como único recuerdo que se mantenía en pie del edificio, el desafío ha sido reconstruirla y adecuarla para su uso como segunda residencia de una familia, dándole el máximo esplendor, siendo fiel a su arquitectura, áurea y grandiosidad.
El diseño general del proyecto, tanto el interior como el mobiliario, se caracteriza por su exclusividad, con piezas únicas, alguna diseñadas especialmente para estas estancias, donde conviven dos épocas, la de origen de la casa y la actual, logrando una armonía entre el conjunto estructural y la decoración. Destaca la fusión de lo clásico -lámparas, telas, etc.- con lo contemporáneo (la mayoría de las obras de arte).
Un aspecto fundamental del proyecto es la iluminación, tanto de día como de noche, cuyo diseño realizó el propio estudio Ojinaga, resaltando el diseño interior y la belleza de los numerosos espacios arquitectónicos de El Monestir, sin olvidar las necesidades de confort de una familia moderna, amante de la tecnología. Para ello se confió en los sistemas de la firma Lutron porque “son muy intuitivos y amigables para el arquitecto, funcionan muy bien y te permiten hacer todo lo que has pensado”, comenta Carlos Ojímaga.
El sistema utilizado en la vivienda es HomeWorks® Serie 8 que permite el control de la luz artificial y natural, integrándose con Sivoia QED, cortinas y estores motorizados. También se integra con otros sistemas, como el de seguridad, audio y vídeo permitiendo crear escenas preconfiguradas cambiando completamente el ambiente de una estancia o de un espacio pulsando sólo un botón, aunque pueden configurarse también a través de su Apple iPhone o iPod.
Todas las zonas comunes tienen diferentes tipos de iluminación (espectrales, íntimas, puntuales, etc.), sin olvidar el jardín con su zona de paddle, piscina, etc. El resultado confiere magia a la vivienda y la convierte en un espacio agradable para vivir y disfrutar.