El trabajo más actual del estudio español Herreros Arquitectos puede visitarse en una interesante exposición inaugurada recientemente el pasado 25 de agosto en Oslo y que permanecerá abierta hasta el próximo 16 de septiembre.
La galería ROM for Kunst og Arkitektur de la capital noruega, especializada en arte y arquitectura, muestra El Banquete, nombre de esta curiosa instalación donde maquetas, imágenes y objetos comparten un espacio presidido por una gran mesa con 12 sillas que reproduce la proyectada para el restaurante del Museo Reina Sofía y en torno a la cual se celebran una serie de tres simposios o «banquetes» que pretenden reflexionar sobre las relaciones entre arte, arquitectura y ciudad.
Con lemas como “Art & Architecture”, “New Museums” y “Culture as Infrastructure”, invitados noruegos e internacionales como Moritz Küng, Joseph Grima, Bartomeu Marí o Antoni Muntadas mantienen conversaciones abiertas al público para inducir una reflexión contemporánea sobre el nuevo papel de las infraestructuras culturales en el desarrollo de las ciudades y de la importancia del diálogo para compartir experiencias de cara a proyectos futuros.
En palabras de Henrik der Minassian, director de la galería ROM, “era necesario que Oslo dedicara un homenaje a uno de los arquitectos internacionales más comprometidos con esta ciudad y que está contribuyendo a su modernización y su apertura al mar. Juan Herreros ha traído a Oslo aires renovadores y propuestas arriesgadas desde la máxima solvencia intelectual”.
La muestra exhibirá fragmentos de fachadas reales, como la del edificio de oficinas Hispasat; vídeos de montajes de arquitecturas industrializadas, como la casa Garoza o el proyecto Camera Oscura; maquetas de experimentos empeñados en el desarrollo rural, como la Fundación Ibarrola o la casa de Artá; prototipos de proyectos en desarrollo, como la serie de lámparas Tensegrity o los Miombos Arco; e imágenes de gran tamaño de proyectos como la Torre Panamá o el “Urban Hut” de Corea.
Pero la estrella de la exposición es el Museo Munch y su entorno. De este ambicioso proyecto se muestran una serie de maquetas que reflejan el laborioso proceso de ajuste, ensayos de fachadas a diferentes escalas, dibujos a 1:1, versiones aún en pleno debate sobre tipologías residenciales y una proyección en la que el propio Juan Herreros explica este proyecto llamado a cambiar la fisonomía de la ciudad y que hoy ya es considerado, junto con la ópera de Snøhetta, la tarjeta postal de Oslo de 2015. Por este proyecto, Juan Herreros fue considerado “Arquitecto del año” por los Premios AD 2010 y en la última Bienal Española de Arquitectura ha significado la calidad y el rigor de este trabajo con una mención en la categoría de Urbanismo.