Cuando hablamos de decoración, siempre nos vienen a la mente connotaciones estéticas porque, de hecho, esa es su finalidad principal: conseguir un efecto visual que mejore la imagen del espacio. Y se puede hacer con multitud de cosas: un mueble, una lámpara, una tela, un color, etc. Pero si ese elemento, además de decorativo, resulta práctico podríamos decir que a nuestros ojos se convierte en una pieza que gana muchos puntos: hoy hablamos de los vinilos.
Vinilos que decoran y algo más
Un buen ejemplo son los vinilos decorativos . Hay disponibles hasta 24 prácticos modelos, todos ellos diferentes, que dan a la casa un toque original, actual e informal, funcionando como las pizarras tradicionales de tiza y pudiéndose instalarse sobre cualquier superficie lisa, como paredes, puertas, muebles, neveras, etc.
De fácil y rápida colocación, se presentan con los elementos por separado para crear composiciones personales y adaptarlas a las medidas que se deseen. Para la cocina hay divertidas firmas como frutas y verduras, comidas, ollas, etc. y permiten anotar la lista de la compra o esa receta deliciosa que no hay que olvidar. En el hall de casa facilita poder apuntar recados urgentes y en las paredes junto al teléfono, llamadas o números importantes. Y en la habitación de los niños es donde estos vinilos encuentran la mayor cantidad de aplicaciones porque a los más pequeños les encanta escribir y pintar.
También están los vinilos translúcidos, especialmente diseñados para decorar cristales, ya que dejan pasar la luz, y sus microcanales facilitan la colocación evitando las molestas burbujas. La colección incluye 16 modelos con una gran variedad de formas, motivos y estilos: navideños, plantas y flores, cómicos, utensilios, etc.
Ésta es una original manera de alegrar la vista a través de una ventana o una puerta de cristal que no nos acaba de gustar. Los vinilos translúcidos son como un pequeño guiño de magia que llenan de encanto la estancia, ya sea en casa, en la oficina, en un escaparate comercial, etc.